Lavar ropa deportiva correctamente es clave para mantener su funcionalidad, elasticidad y olor fresco, ya que estos tejidos están diseñados para manejar el sudor y la humedad. Aquí tienes algunos consejos para hacerlo:
1. Lavar lo antes posible
- Lava la ropa deportiva tan pronto como sea posible después de usarla, para evitar que el sudor y las bacterias se acumulen en las fibras, causando mal olor.
2. Lavar con agua fría
- El agua caliente puede dañar los tejidos técnicos y elásticos que se utilizan en la ropa deportiva. Usa agua fría para mantener la integridad de las fibras y evitar que la ropa se deforme.
3. Usar detergentes suaves
- Elige detergentes suaves o específicos para ropa deportiva. Evita suavizantes, ya que pueden obstruir las fibras y reducir la capacidad de transpiración del tejido.
4. No mezclar con otras prendas
- Lava la ropa deportiva por separado de prendas más pesadas, como jeans o toallas, que pueden causar fricción y desgaste.
5. Secar al aire
- El calor de la secadora puede dañar las fibras elásticas. Es mejor secar la ropa deportiva al aire en un lugar fresco y sombreado para preservar su forma y elasticidad.
6. Eliminar malos olores
- Para eliminar olores persistentes, puedes remojar la ropa en una mezcla de agua y vinagre blanco durante unos 30 minutos antes de lavarla. Otra opción es añadir bicarbonato de sodio al ciclo de lavado.

7. No planchar ni usar blanqueador
- Planchar o usar productos químicos fuertes, como el blanqueador, puede degradar las fibras y arruinar las propiedades técnicas de la ropa deportiva.
8. Voltear la ropa del revés
- Lava la ropa al revés para proteger los colores y evitar que las costuras se desgasten.
Con estos cuidados, tu ropa deportiva se mantendrá funcional y con un olor fresco por más tiempo.